jueves, 29 de marzo de 2012

LOS VALORES DE UN EQUIPO

Esta entrada se trata de un trabajo realizado para la universidad, concretamente para la asignatura de fútbol. El profesor Ramón Quintana, nos propone que trabajemos sobre un articulo de un autor, del cuál ya hemos hecho alguna mención en el blog, como es Xesco Espar.

El artículo que nos presenta Xesco, en primer lugar repasa la dimensión o dimensiones que puede tener un deporte colectivo o de equipo. Un deporte de equipo es un buen reflejo de lo que debería ser la sociedad, sin duda si esto funcionase de esta manera iría todo mejor de lo que va actualmente.

Existe el claro convencimiento en el autor, que cuando un equipo es realmente un equipo, y así lo demuestra, todo funciona mejor en el equipo y tiene más posibilidades de éxito. Cuando un conjunto de personas piensa de igual manera siempre, actúa de igual manera tanto en los triunfos como en las derrotas, y demuestra ese trabajo de igual manera, sus opciones de triunfo son mayores que otros conjuntos donde no existe esa cohesión entre los componentes del colectivo. (“jamás un equipo, puede ser sustituido por un grupo de jugadores”)

Dadas estas pautas sobre que es y como debe comportarse un equipo, viene lo complicado de la cuestión, y Xesco Espar se cuestiona ¿Cómo se dirige un equipo? ¿Cómo se consigue un equipo cohesionado? ¿Cómo se lidera un equipo?

Cuando uno “se pone delante” de un grupo de jugadores, tiene muy claro que quiere que su equipo juegue bonito, para ganar; tiene claro que la cohesión de ese grupo es lo primero, y así se lo dice a sus jugadores; tiene claro que deben ser jugadores comprometidos y repite esa palabra hasta la saciedad en todas las sesiones, pero… ¿basta realmente con tener claro lo que quieres y comentarlo al grupo? o ¿hace falta algo más?

En el artículo se menciona que se puede ayudar e influir sobre todos, pero lo realmente importante es vivir una serie de cinco o seis valores dentro del mismo grupo, para crear ese clima de equipo, donde lo único importante es el grupo por encima de cualquier individualidad.

Los valores que el autor propone son los siguientes:

Generosidad: Se propone que todos aporten al colectivo mas de lo que reciben, y que todos estén dispuestos a trabajar su parte al 100 % e incluso trabajar por el compañero. De este modo el colectivo no se debilitará cuando un compañero no tenga su día, por que tiene compañeros generosos dispuestos a hacer su trabajo.

Humildad: Ser capaz de aceptar ayuda tras reconocer que se esta haciendo algo mal. Es un valor extremadamente complicado de encontrar en deportistas, ya que estos no suelen reconocer errores fácilmente, y no por que no quieran reconocerlos. Existen deportistas “cegados” por completo, lo que les hace pensar que siempre lo hacen todo bien. Es más complicado ser humilde que generoso. Son valores complementarios, y de esa complementariedad es de donde nace un rendimiento por encima de las posibilidades del deportista.

Entusiasmo: El entusiasmo se contagia. Esa capacidad de tener ganas de hacer cosas bien, de avanzar y de mejorar, es una de las “llaves” para conseguir metas. El problema es que la falta de entusiasmo también se contagia. En el colectivo siempre se debe procurar que haya un número elevado de jugadores entusiastas, y para ello nosotros, los entrenadores debemos ser los más entusiasmados para contagiar a nuestros jugadores.

Confianza: La confianza es la capacidad de cada jugador de percibir su propia capacidad de realizar las cosas. Un jugador con confianza se muestra más, todo lo realiza con mayor seguridad y arriesga más. Arriesgar no es apostar, es hacer cosas sabiendo que te has preparado para ello. Un jugador con falta de confianza no arriesga por miedo a fracasar, y por tanto no vence. El entrenador es pieza clave en la confianza de los deportistas. Éste debe hacer ver a sus jugadores que lo están haciendo bien para generar confianza.

Cohesión: Es estar unidos. La motivación genera cohesión. Si el jugador se siente satisfecho y tiene su sitio dentro del grupo, esto favorece la cohesión. Que el equipo obtenga éxitos genera cohesión. La cohesión hace que el equipo esté unido, sea fuerte y se fomenten todos los valores que ya hemos mencionado.

Compromiso: El compromiso es el valor que debe prevalecer cuando las cosas no van bien, cuando el equipo comienza a perder o cuando los miércoles comienza la champions en la TV y tenemos que ir a entrenar. Si estoy comprometido con mi equipo, seguro que voy. Si no lo estoy, me quedo en casa viendo el Barça – Milán, poniendo cualquier excusa barata. El compromiso es mostrar todos los valores cuando las cosas se ponen difíciles. Un equipo sin compromiso no es nada.


VALORACIÓN PERSONAL

Decir que el artículo va muy en la línea de mi manera de pensar. Esta claro que esta serie de valores de los que nos habla el autor pueden ser estimados por cualquiera que lo lea como valores primordiales para la práctica deportiva. Todos podemos, a priori, reconocer el compromiso, la humildad, o la generosidad como valores fundamentales para el deportista, pero no todos lo pueden asimilar de la manera que yo lo asimilo. No digo que mejor ni peor, pero si de manera diferente.

Tengo la maravillosa suerte de tener la experiencia de haber dirigido equipos desde hace ya algunos años. Mi última experiencia, que tanto me ha enseñado sobre los valores, concretamente hasta hace menos de un mes, un equipo de fútbol con jóvenes de 17 o 18 años. Esto te aporta un prisma diferente. Parece que las líneas fantásticas que estas leyendo te la han sacado de la cabeza, y te sumergen en el artículo de una manera especial.

Digamos que este artículo me confirma de alguna manera, o me descubre pensamientos ocultos que yo ya tenía en mi cabeza, y que estas líneas hacen que afloren de mi mente, es como si despertasen algo en mí. Tengo que decir que este autor tiene la capacidad de “despertarme”, ya que algo muy parecido ocurrió cuando leí y releí su libro “Jugar con el Corazón”, o cuando leo alguna cosa en su blog.

En definitiva me parece que el autor tiene mucho que aportarme, ya que siempre invita a la reflexión, y te anima a exigiste más, a ir por lo que realmente quieres con todas tus fuerzas y espero poder recibir más de él. Gracias a Quintana por la parte que le toca, por recomendarlo insistentemente, sin comisión alguna (como siempre nos dice).

De entre todos estos valores, a los cuales a todos otorgo su parte de importancia para el buen funcionamiento de un colectivo, es obvio que por vivencias o con convicciones te decantas por darle mayor importancia a unos u otros.

También considero clave, para decidirte de entre todos ellos, el contexto donde se deben desarrollar cada uno. Me explico, a lo largo de una trayectoria deportiva uno reconoce un valor al compromiso donde en otro lugar no lo haría de esta manera.

Para ello pongo un claro ejemplo. Yo he sido presidente de un club de futbol sala durante mas de 10 años, del cual también era jugador. El lema de ese equipo en ese momento era compromiso. En los comienzos entrenábamos a las 10 de la noche en una pista exterior, sin vestuario y por lo tanto sin duchas. Para ir allí tres veces en semana había que estar muy comprometido con la causa. No digo que un deportista por el hecho de ir a entrenar este más metido en el equipo, pero en este caso era un claro indicio de que el que asistía si lo estaba. Existen equipos donde la asistencia es un hecho, y no por ello están más comprometidos. Por eso digo que cada valor tiene una connotación diferente según el contexto.

Dicho esto, y tomando como referencia mi última experiencia como entrenador, le otorgo una importancia con mayúsculas a estos dos valores:

ENTUSIASMO. Dicen una frase popular que la fe mueve montañas, pero yo la cambiaría en cierto modo y acuñaría la frase, el entusiasmo mueve montañas. Pienso que si haces algo con entusiasmo, con pasión y con gusto, todo es más asequible. Este año el cuerpo técnico de mi equipo ha sido el verdadero motor en cuanto a tener claro el objetivo, pelear por él y transmitirlo. Nosotros ya no podemos conseguirlo, pero si ellos han tenido ganas de pelear hasta el final es por que nuestro entusiasmo y ganas así se lo han demostrado.

HUMILDAD. Como bien menciona Xesco, este valor tiene su importancia precisamente en su dificultad de asimilar y en su escasez. Yo me considero humilde, a veces incluso confundo ese valor con mi torpeza o llego a pensar en que mi nivel a grandes rasgos es bajo. Me dejo ayudar siempre y me encantan las personas que reconocen errores y las que piden ayuda.

Me parece que el futbol actual carece totalmente de humildad. Pocos son los que dejan sitio a otros jugadores si creen que no están a su nivel. Escasos son los entrenadores que en ruedas de prensa reconocen caballerosamente una derrota. Y lo peor es que en la base pasa justamente lo mismo. Chavales con 17 años no son capaces de reconocer que su compañero tiene en un momento puntual un nivel mayor y que por eso es por lo que el no participa tanto como le gustaría. Esto en la base ocurre más bien por la influencia del entorno que por iniciativa propia.

lunes, 19 de marzo de 2012

Todo Vale. ¿Todo?

Después de un tiempo sin escribir, esta entrada se escribe casi por obligación si te gusta el fútbol como a mí me gusta. Pienso que en los últimos tiempos en nuestra liga, se ha abierto un encarnizado debate sobre una figura imprescindible como es el árbitro. Ese debate es el motivo de esta nueva y tardía entrada, y la reflexión que se lanza es..., ¿Todo vale?


En los últimos tiempos en las salas de prensa, zonas mixtas y platós de televisión, se viene imponiendo una dañina moda a la hora de declarar cuando se pregunta sobre la actuación arbitral. Existen incluso clasificaciones en los tipos de declaraciones, algo parecido dijo Mou. Están los que dicen que no hablan de los árbitros y luego si lo hacen, y los que directamente dicen lo que les viene en gana sin pensar en las consecuencias. En el primero de los casos el modus operandi viene marcado en la mayoría de las ocasiones en dos partes muy bien diferenciadas, una primera que consta del clásico "no voy a hablar de los árbitros, no es nuestro estilo", para despacharse a gusto en la segunda parte de la declaración y hacer todo tipo de comentarios y así limpiar un poco su "conciencia".

Un claro ejemplo de estos primeros que dicen que no hablan de los árbitros es Michel, entrenador del Sevilla, que al ser cuestionado por si temía un arbitraje parcial en el Sevilla - FC Barcelona decía algo así : " No voy a hablar de los árbitros nunca, así que no pregunten nada, por que no es nuestro estilo. Pero es cierto que todo el que habla luego sale beneficiado..." ¿Es eso no hablar de los árbitros?, ¿No esta Michel dudando en sus declaraciones de la imparcialidad arbitral? Yo pienso que sí.

Anoche mismo el Real Madrid empató en casa, y estas son algunas de las declaraciones de jugadores, técnico, incluso de un famoso portavoz portugués: Cristiano " El arbitro ha tenido miedo a pitar". Mourinho "El arbitro ha tenido dos errores muy graves y no pasa nada" . Eladio Paramés "El padre de Ayza no tiene la culpa de tener el hijo que tiene".

Me gustaría que todos reflexionásemos acerca de este tipo de declaraciones que van de una dirección a otra, acusando, poniendo en duda, señalando y que en definitiva no hacen ningún favor al fútbol en cuestión. Esto va cada vez a más, y todos desde la base hasta lo más alto, debemos hacer por que acaben de una vez por todas, y no utilizar cualquier tipo de arma para alcanzar el éxito.