viernes, 29 de julio de 2011

Conocemos a Villas-Boas



Con tan solo 33 años y sin experiencia como futbolísta profesional, este técnico portugués ha desembocado en el Chelsea con ganas de hacerse un nombre entre los grandes. Tras cinco años como mano derecha de su compatriota Jose Mourinho en el Oporto, el Chelsea y el Inter, decidió volar solo y, en su primera temporada en un grande de su país, el Oporto, ha ganado la liga portuguesa y la UEFA League.

De familia acomodada - es bisnieto del primer vizconde de Guilhomil- Villas-Boas empezó en los banquillos con 16 años, arropado por el técnico inglés Bobby Robson, por aquel entonces su vecino en Oporto, quién lo fichó como observador. En una ocasión le pidió al técnico inglés que aprovechara mejor las prestaciones de unos de sus jugadores, y Robson quedó asombrado de aquel chico de 16 años al que le ofreció un puesto de ayudante en prácticas en el club. Allí conoció a Mou, entonces segundo de Robson.

Sus caminos se separaron por primera vez: Robson y Mou fueron al Barça y Villas-Boas siguió su camino cómo técnico de juveniles, a la vez que se formaba en prestigiosos centros británicos de fútbo. Comenzó a trabajar en las categorías juveniles del FC Oporto y se convirtió en director técnico de las Islas Vírgenes Británicas (llegó a ser seleccionador) ocultando que sólo tenía 21 años

Cuando Mourinho regresó al Oporto en 2002 , se reencontraron: Mou lo fichó para espiar y estudiar a los futuros rivales del equipo. Tras años y logros juntos en Portugal, Inglaterra e Italia Villas-Boas se independizó de su maestro y mentor, y no solo eso sino que, desde que fichara recientemente por el Chelsea se ha empeñado en diferenciarse de él. Reniega del egocentrismo de Mou y advierte que prefiere compartir elogios con el grupo. Y es que desde que dejara el Inter para entrenar al Academia de Coimbra hace un par de años, "Mou y yo nos hablamos poco, somos gente ocupada".

domingo, 3 de julio de 2011

ADIOS A LA FURIA, HOLA A ESPAÑA


Bienvenida España...! Esto fue lo primero que se me vino a la mente cuando, apenas hace una semana, los chicos de la sub-21 española alzaban la copa de campeones de Europa de selecciones en Dinamarca. Y es que a pesar de que ultimamente estamos muy bien acostumbrados a los triunfos de nuestro fútbol, todos tenemos que recordar que esto no siempre fue así. Para mi, lo realmente importante de este último éxito no es el campeonato en sí, lo que yo valoro más es la confirmación de una idea futbolística, una identidad.

A todos los que nos gusta el fútbol nos resulta familiar cuando una comentarista "apellida" a las selecciones de ciertos países. Algunos claros ejemplos son el catenaccio italiano, el fútbol total de Holanda, el jogo bonito de Brasil, o la eficacia de los alemanes, o en nuestro caso la furia española. Y ahí concretamente es donde yo quiero llegar con esta entrada.

Hasta hace bastante poco esa FURIA es de los poco que podíamos presumir los amantes del fútbol españoles de cara al exterior, solo a ese " carácter" podía recurrir un español si hablaba de fútbol con algún extranjero, y con esa garra es con la que una y otra vez nos estrellábamos en todas las grandes citas futbolísticas a nivel de selección a pesar de tener grandes estrellas en todos los equipos que presentábamos.

Por eso celebré tanto la victoria de la rojita en el europeo, desde mi perspectiva más relevante fue la alegría que nos dieron los sub-21, que esos dos grandes triunfos de hace 1 y 3 años de la absoluta con la Eurocopa y el Mundial. Pienso que ese equipo de jóvenes talentos representan una idea futbolística con la que todos nos sentimos "poderosos", creemos que ese juego que desarrolla España es la manera con la que tenemos que jugar para ganar, ahora sabemos que si no hacemos eso será mas difícil que triunfemos.

Lo realmente significativo es que esos "niños" juegan como los grandes. Es lógico pensar que el fútbol de la absoluta siempre sea similar, puesto que el grueso de los jugadores son los mismos, pero ahora sabemos que todos ellos tienen relevo, y no por que aparezcan talentos similares a los de Xavi, Xabi Alonso, Piqué o Villa, que puedan "imitarlos" , tenemos relevo por que tenemos un gran legado, tenemos un modelo de juego.

Tenemos que tener claro que cuando se hace algo sabiendo que ese es el camino y creyendo realmente en lo que se hace, el éxito esta más próximo, aunque nunca garantizado. En lo colectivo siempre lo más complicado es hacer que todos piensen de manera similar y aún más dificil es hacer que las personas que componen un equipo se sientan identificados con lo que hacen. Ahora en el fútbol español esto funciona así.

Ahora, por fin, espero que no debamos recurrir nunca jamás a la furia, ese preciado bien para aquellos que no disponen de algo más a lo que aferrarse, los españoles disponemos de una idea de fútbol y eso si que debemos de valorarlo y cuidarlo para que jamás se pierda. Lo dicho Adiós Furia, Hola España.