A pesar de que en estas dos semanas aquí que ya hemos tenido una toma de contacto importante con el fútbol holandés, pienso que aún es pronto para entrar a valorar en profundidad aspectos mas íntimos del juego, como organizaciones, pensamientos, funcionamientos o filosofías de juego. Aquí las personas son diferentes a nosotros. Viven, piensan y se relacionan de manera diferente, y como no puede ser de otra forma, su fútbol es diferente. Trataré de hacer un análisis de aspectos concretos y puros del balompié de los Países Bajos, pero eso lo dejamos para más adelante, creo que aún es pronto.
Ahora lo que si me gustaría compartir con ustedes son algunas diferencias mas obvias con nuestro fútbol, que no por eso menos impactantes o peculiares. Aquí cada día puedes quedar totalmente confundido con algún aspecto del fútbol o algo relacionado con su mundo. Algunas veces quedas gratamente sorprendido con "sus cosas" y otras, por contra, eres capaz de ponérselas en duda y pensar eso de: "eso lo hacemos mejor nosotros". Lo que esta claro es que con mas o menos devoción hacia ciertos aspectos del fútbol en holanda, aquí nunca paras de aprender.
En este caso me gustaría compartir un proyecto que tienen por estos lares, que bajo mi punto de vista, ya estamos tardando en importar. Yo no se cual es su nombre en Dutch, pero yo lo llamo "Escuela de Trainers". Se trata de uno curso de entrenador de régimen interno que se realiza en el Blauw Wit 34´.
Como en muchas ocasiones ocurre en clubes en España, siempre hace falta el apoyo de familiares, padres o incluso jugadores de categorías superiores, para que se hagan cargo de la formación de los más pequeños del propio club. Pues como aquí nada se deja a la improvisación, el propio club se preocupa en formar de manera interna a sus nuevos entrenadores.
Las clases las imparte cada viernes por la tarde (la noche aquí) el coordinador de entrenadores de la entidad. Actualmente hay mas de 15 entrenadores y entrenadoras en formación con edades comprendidas entre los 15 y los 40 años. La cosa no queda en que sea una buena idea, lo mejor de todo es que el trabajo que se realiza cada viernes tiene una calidad más que aceptable.
Divididos en dos grupos, realizan una sesión de entrenamiento con chicos de la escuela del club. Una hora antes de comenzar la sesión quedan en las aulas y hacen una puesta en común del trabajo diseñado por cada uno de ellos. A continuación pasan al trabajo de campo, y uno de ellos desarrolla la sesión, bajo la supervisión directa del coordinador, y la atenta mirada de sus compañeros que anotan todo tipo de detalles referente al trabajo. Por último, visualizan la sesión que ha sido grabada, y discuten todo tipo de aspectos de la sesión, desde la organización de las tareas, el feed-back entrenador-jugador y todo tipo de detalles referente a las diferentes tareas.
Pienso que es maravilloso poder contar en un club modesto, con aulas perfectamente equipadas, con material audiovisual para la grabación y la reproducción al instante de las sesiones, o con todo tipo de material de campo. Pero lo que realmente me pasa por la cabeza es que para muchos el no disponer de todo esto es la excusa perfecta para no seguir avanzando. Aquí lo realmente sorprendente y envidiable son las ganas de hacerlo bien de unos y las de colaborar de otros.
Yo no quiero pensar que por aquí son mejores las cosas, o se hacen mejor que en nuestro fútbol, lo que si estoy aprendiendo a valorar es las ganas que tienen en hacerlo bien y lo organizado que tienen su trabajo.
Por último una reflexión, ¿Se imaginan en Sevilla que pasaría si estas clases se diesen a las 9 de la noche de un viernes con 8 o 9 grados de temperatura? Mejor seguir soñando...
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